“Unplugged Weddings” es un término ya utilizado en otros países para dar a entender a los invitados que deben disfrutar la fiesta y dejar sus teléfonos, cámaras, o dispositivos en casa, carro o bien apagarlos durante la celebración, para así evitar que los asistentes arruinen las fotografías del equipo de trabajo profesional contratado para hacerlo.
Como a cualquier fotógrafo de bodas creo que le ha pasado, es un momento muy incómodo y estresante cuando un invitado destruye por completo el momento perfecto de la foto para la que has sido contratado. Muchos salen al pasillo, otros hasta te persiguen toda la ceremonia para tomar fotos y los peores son aquellos que se suman a tu encuadre perfecto, existen los que se acercan durante el primer beso, el señor ya grande que anda tomando video con su ipad frente a mi cámara o el que sin querer hace que la mitad de la familia mire hacia un lado durante los fotos familiares al terminar la ceremonia; todas esas personas siempre son un dolor de cabeza, a veces es muy sarcástico porque ellos se molestan de que uno pase frente a su camera, a menudo me dicen: “shhh muévase” “joven disculpe estoy grabando” entre otros, algunos hasta te empujan o jalan..
El propósito de este artículo es poder incluir esta idea en nuestros eventos de Guatemala, el de una «Boda desconectada».
¿Qué es exactamente una boda desconectada? Es cuando los novios le piden a su familia y amigos que apaguen sus teléfonos, ipads, cámaras y otras distracciones digitales durante la ceremonia y la recepción. El propósito es, permitir que el fotógrafo de bodas contratado, tenga la oportunidad de capturar de la manera más eficiente y perfecta posible los momentos, sin perder fotos clave causadas por la intervención de invitados.
Hace poco en una Boda me topé con un invitado que desde que lo vi, supe que iba a ser difícil manejar la situación, entre su emoción por tomar fotos a los novios, no se percató que estaba metiéndose en todos mis encuadres, entonces le pedí a la wedding planner que me apoyará a invitarlo a tomar su lugar, se sentó 10 minutos y volvió al lugar del crimen. Le pedí a mi asistente que le pidiera que por favor disfrutara de la ceremonia, la ignoro y siguió tomando fotos. Ya molesto me acerqué y le pedí que por favor no arruinara mis encuadres y sólo me dijo que su teléfono Huawei p30 tenía cámara de 40 megapixeles. Por mi lado, mejor me dediqué a seguir trabajando, pero ahora que no estoy trabajando, y si quiero dedicarle un par de líneas a este invitado.
Hay varias reglas bien respetadas en las bodas, por ejemplo: Las mujeres no usan vestido de blanco ese día, los invitados no dicen que sí, sino van a llegar a la boda, no se permite publicar fotos hasta que el novio ve a la novia por primera vez, entre otros. Ahora bien, quiero hacerte una pregunta, ¿Por qué ser tan egoísta? ¿En serio vas a mandar a hacer un photobook con las fotos de tu celular? ¿Vas a imprimir las fotos y las regalarás a los familiares de los novios? ¡No creo! Te puedo asegurar que las fotos de tu celular de 180 megapixels van a estar guardadas, ocupando el espacio de tu teléfono y cuando llegue el cumpleaños de tu nieto las borraras para tener espacio, también estoy seguro que los encuadres, colores, luminosidad, contrastes y demás, nunca serán iguales aunque tenga 390 píxeles tu celular. ¿Por qué no respetamos todos entonces? Vos mi trabajo y yo no interrumpir tu celebración.
Urge tomar cartas en el asunto y crear de esto otra regla respetada en los eventos. ¡Todos disfrutaríamos mucho más y los novios tendrían mejores recuerdos documentados, si todos cumpliéramos nuestra responsabilidad sin perjudicar a los demás!
Si todas las bodas pudieran empezar sus ceremonias con un mensaje como el siguiente, sería increíble: ¡Buenas tarde a todos, bienvenidos amigos y familiares! Por favor tomen asiento, los novios nos invitan a estar presentes en este momento especial. Les pedimos que apaguen sus teléfonos y bajen sus cámaras, el equipo contratado para documentar la boda capturará cada instante como se ve este momento, les animamos a todos a recordar este momento en sus corazones, sin la distracción de la tecnología.
Como fotógrafo de bodas, no puedo ni contar el sin fin de fotografías, que por culpa de un invitado con teléfono, sean eliminadas muchas imágenes que hubieran sido dignas de un canvas gigante o una portada en mis photobooks. Entonces, ¿Qué piensan colegas, decoradores, planners y demás persona sobre el concepto de tener una boda desconectada?
¡Por favor compartan, dejen sus comentarios, anécdotas y experiencias!